Diputada nacional propone re bautizar al aeropuerto Pistarini de Ezeiza como Dr Favaloro

H.Cámara de Diputados de la Nación PROYECTO DE LEY Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la Imprenta del Congreso de la Nación. Nº de Expediente 5855-D-2014 Trámite Parlamentario 094 (29/07/2014) Firmantes PUCHETA, RAMONA. Giro a Comisiones TRANSPORTES. El Senado y Cámara de Diputados,... Artículo 1.- Desígnese con el nombre "AEROPUERTO INTERNACIONAL DR. RENÉ FAVALORO" al actual Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, ubicado en la ciudad de Ezeiza. Artículo 2.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.- FUNDAMENTOS Señor presidente: Este proyecto tiene el objetivo de homenajear las actividades y logros del Dr. René Favaloro para nuestro país y de gran repercusión internacional para el área de la salud y la vida de los seres humanos. Por ello mismo consideramos que el Aeropuerto Internacional de la Argentina es el indicado para llevar el nombre de nuestro trabajador y emérito doctor. René Favaloro nació el 12 de julio de 1923 y se crió la Ciudad de La Plata, Argentina junto a sus padres Juan Manuel Favaloro, un carpintero e Ida Raffaelli de Favaloro una modista. Siempre estuvo comprometido con el conocimiento, gracias en parte a su abuela materna, quien le transmitió su amor por la naturaleza y la emoción al ver cuando las semillas comenzaban a dar sus frutos. A ella le dedicaría su tesis del doctorado: "A mi abuela Cesárea, que me enseñó a ver belleza hasta en una pobre rama seca" Realizó la primaria en la escuela nº45 (en esta escuela se levantó un mural en su memoria). En 1934 comenzó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Rafael Hernández; finalizada esta etapa, ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata. En el tercer año comenzó las prácticas en el Hospital Policlínico y empezó a tomar contacto por primera vez con los pacientes. Excediendo lo exigido por el programa, volvía por las tardes para controlar la evolución de los pacientes y dialogar con ellos. Asi mismo observaba a los alumnos de sexto año de Rodolfo Rossi o Egidio Mazzei, profesores titulares de Clínica Médica, y, además, presenciaba las cirugías de José María Mainetti y Federico E. B. Christmann, quien le enseñó las técnicas de simplificación y estandarización que aplicó después en la cirugía cardiovascular, su contribución a las operaciones del corazón y las grandes arterias. Su preparación profesional la realizó en el Hospital Policlínico donde se recibían los casos complicados de toda la provincia de Buenos Aires. Vivió en el hospital durante los dos años de residencia. Se graduó en 1949 e inmediatamente se produjo una vacante para médico auxiliar, puesto al que accedió en forma interina. pero en la tarjeta con los datos para completar figuraba una cláusula en donde aceptaba la doctrina del gobierno de turno y se tenía que afiliar al Partido Justicialista, lo que no aceptó. Al poco tiempo su hermano, Juan José, médico también, empezó a trabajar en la clínica con él, integrándose muy pronto a la comunidad por sus condiciones humanas. Durante los años que ambos permanecieron en Jacinto Aráuz fundaron un centro asistencial. Desapareció la mortalidad infantil de la zona, se redujo la cantidad de infecciones en los partos y la desnutrición, crearon un banco de sangre de personas vivas con donantes que se presentaban cada vez que los necesitaban y realizaron charlas comunitarias en las que enseñaban métodos para prevenir enfermedades. Favaloro se actualizaba con publicaciones médicas y realizaba cursos de capacitación en La Plata. Se interesó por las intervenciones cardiovasculares, que en ese tiempo se estaban empezando a desarrollar, y por la cirugía torácica. Empezó a ver la forma de terminar su etapa de médico rural y capacitarse en Estados Unidos, el profesor José María Mainetti le aconsejó la Cleveland Clinic. Se radicó en Cleveland y se desempeñó primero como residente y luego en el equipo de cirugía en colaboración con médicos locales, concentrando su trabajo en enfermedades valvulares y congénitas. Posteriormente se interesó en otros temas, como las cineangiocoronariografías y al estudio de la anatomía de las arterias coronarias y su relación con el músculo cardíaco. A comienzos de 1967, Favaloro estudió la posibilidad de utilizar la vena safena en la cirugía coronaria, haciendo prácticas con sus ideas en mayo de ese año. La estandarización de esta técnica, llamada del bypass o cirugía de revascularización miocárdica, fue el principal trabajo de su carrera, lo que le dio prestigio internacional, ya que el procedimiento cambió radicalmente la historia de la enfermedad coronaria. En 1970 editó un libro llamado Surgical Treatment on Coronary Arteriosclerosis, que fue también editado en español con el nombre Tratamiento Quirúrgico de la Arteriosclerosis Coronaria. En 1971 Favaloro regresó a la Argentina a operar al Sanatorio Guemes de la Capital Federal que era liderado por Mauricio Barón como presidente de la institución y por el doctor Luis De la Fuente, experto en cardiología clínica y en la incipiente cardiología invasiva. Ya antes, Favaloro fue alentado -desde 1968- a operar un paciente ciego que no podía viajar a EE.UU. por el mismo cardiólogo intervencionista argentino doctor De la Fuente quien se había a su vez quedado en el país por su esposa argentina Inés Fitte y por el nacimiento inminente de Héctor De la Fuente Fitte, actual Periodista de Medicina. El doctor De la Fuente era clave por su formación de excelencia en EE.UU., y fue fundamental para Favaloro ya que hacía los diagnósticos clínicos y los cateterismo coronarios y fue un posterior pionero internacional de la angioplastia con stent con medicamento -Buenos Aires, 1999- y fue también un pionero de la angioplastia coronaria y del stent coronario en Argentina; la neoarteria; el seno coronario; las células madre todos avances impulsados por De la Fuente cuyo primer caso como angioplastia en su país fue en una arteria femoral de la pierna -1979, en la Argentina- ; con el sueño de desarrollar Favaloro un centro de excelencia similar al de la Cleveland Clinic, que combinara la atención médica, la investigación y la educación. En 1975, Favaloro fundó con ese propósito junto a otros colaboradores la Fundación Favaloro, que lleva su apellido a instancias del cardiólogo Luis De la Fuente quien lo convenció en nominarla así en 1974, que además es un centro de capacitación donde estudian alumnos de diferentes partes del mundo y donde cada dos años se celebra el congreso Cardiología para el Consultante. Además, en 1980 Favaloro creó el Laboratorio de Investigación Básica, manteniéndolo con dinero propio por un largo tiempo, dependiente del Departamento de Investigación y Docencia de la Fundación Favaloro. Con posterioridad, pasó a ser el Instituto de Investigación en Ciencias Básicas del Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas. Esta fue la base de la creación, en agosto de 1998, de la Universidad Favaloro. En 1992 se inauguró en Buenos Aires el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, entidad sin fines de lucro. Con el lema "tecnología de avanzada al servicio del humanismo médico" se brindan servicios altamente especializados en cardiología, cirugía cardiovascular y trasplante cardíaco, pulmonar, cardiopulmonar, hepático, renal y de médula ósea, además de otras áreas. Hacia el año 2000, la Argentina estaba ya sumergida en una crisis económica y política, la Fundación Favaloro estaba endeudada en unos US$ 75 millones, por lo que Favaloro pidió ayuda al gobierno, sin recibir una respuesta oficial. Después de su muerte, por suicidio acaecido el 29 de Julio del año 2000, mismo día del cumpleaños de su amigo y cardiólogo Luis De la Fuente quien lo convenció de volver al país: se supo que le había enviado una carta al entonces Presidente de la Nación, el Dr. Fernando de la Rúa en la que expresaba su cansancio de "ser un mendigo en su propio país" y le solicitaba ayuda para recaudar fondos para la Fundación. Además, expresaba que la sociedad argentina necesitaba su muerte para tomar conciencia de los problemas en los que está envuelta. Un doctor de toda la humanidad, que merece estar su nombre en el lugar donde se vinculan personas de todo nuestro país y de otras naciones. Por todo lo aquí expuesto, solicito el acompañamiento de los diputados y diputadas.